Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor

 

En México, de acuerdo con el Índice de Rezago Social 2005 del CONEVAL, 8.35 por ciento de la población de 15 años o más es analfabeta, es decir, más de 8 millones de personas no saben leer ni escribir.


Al analizar los datos por entidad federativa, Chiapas presenta el rezago más alto: 21.33 por ciento de su población de 15 años o más es analfabeta, es decir, más de 900 mil chiapanecos se encuentran en esta situación. Guerrero y Oaxaca ocupan el segundo y tercer lugar de atención en esta materia, al reportar 19.86 por ciento y 19.33 por ciento, respectivamente, de su población en esas condiciones.


Los estados del país en los que el grado de rezago social en este rubro es bajo son: el Distrito Federal (2.59 por ciento), Baja California (3.07 por ciento) y Coahuila (3.28 por ciento).


El Índice de Rezago Social del CONEVAL incorpora indicadores que permiten la medición multidimensional de la pobreza. Estos indicadores son: de educación, de acceso a servicios de salud, de servicios básicos, de calidad y espacios en la vivienda, y activos en el hogar. Con ello, se pretende contribuir a la generación de información para la mejor toma de decisiones en materia de política social, facilitando la ubicación de zonas de atención prioritaria, tal como lo establece la Ley General de Desarrollo Social.


El gobierno mexicano opera el Programa Nacional de Lectura que busca mejorar el comportamiento lector de los alumnos y maestros de educación básica, para incidir en el desarrollo pleno de competencias comunicativas fundamentales.


La evaluación externa realizada en 2006 a dicho Programa, a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), reporta beneficios a la población al proponer modificaciones en distintos ámbitos para mejorar la calidad del sistema educativo e incrementar el acervo de capital humano del país. Estas modificaciones se llevan a cabo en las prácticas pedagógicas y lectoras, en la administración y gestión de sistemas educativos y centros escolares, y en la conformación de redes de apoyo técnico en instituciones en proceso de innovación.


Sin embargo, todavía se enfrentan retos importantes para la solución de los rezagos existentes en materia de lectura, por ejemplo: es necesaria mayor flexibilidad en la operación, se requiere incorporar la diversidad de los contextos, los factores y las condiciones presentes en cada entidad federativa en donde opera el programa; es conveniente analizar la asignación de recursos para responder a las necesidades de cada estado del país; lograr la incorporación de escuelas secundarias, de educación especial, indígena y normal al programa, entre otros.